Además, la antigua capilla de San Giorgio se ha transformado en Hotel rural con habitaciones y restaurante.
La finca está rodeada de bosques, viñedos y olivares, y surcada
por senderos que avanzan por la tranquila campiña toscana. Los senderos conducen a
las piscinas rodeadas de vegetación o ascienden hasta las colinas con bonitas vistas panorámicas.